Los ángeles son seres inteligentes, capaces de sentir, no tienen sexo. Son una especie diferente a la especie humana. Existen en una frecuencia vibratoria levemente más fina que aquella con la que nuestros sentidos físicos están afinados. Esto significa que no podemos percibirlos comúnmente con nuestros ojos y oídos, pero ellos sí pueden percibirnos a nosotros. Nuestras realidades se interpenetran mutuamente y la de ellos abarca y envuelve la nuestra.